6 preguntas que debes hacerte sobre tu logo




Vivimos en un mundo lleno de identidades visuales de muchos tipos. Incluso niños que ni si quiera saben deletrear su nombre, saben reconocer logos y darse cuenta de los servicios que ofrece una marca solo con ver el estilo y los colores. Un logo bien diseñado le dice al mundo que estás aquí y que estás listo para hacer negocios en serio. El proceso de creación de un buen logo puede ser algo costoso, así que lo mejor que puedes hacer es asegurarte que estás gastando bien tu dinero.

Al abrir un nuevo negocio, se vienen encima miles de nuevas responsabilidades: dedicar tiempo a realizar los planes estratégicos, encontrar una oficina que se adecue a tus necesidades, contratar el personal... y usualmente se deja hasta el final algo tan crucial como el diseño de la imagen y nombre. Este proceso de creación de la imagen corporativa no debe ser tomado a la ligera, ya que tus clientes van a desarrollar una primera impresión de tu negocio basándose únicamente en tu logo. Así que reconsidera nuevamente lo que has estado usando como imagen de tu empresa. A continuación te presentamos 6 preguntas que si no te has hecho, es un buen momento para comenzar.

1. ¿Mi logo es único? 


Lo último que querrías de tu logo es que lo confundan con el de alguno de tu competencia. Así que si estás en proceso de diseñar tu logo, es importante que sea original. No caigas en la trampa de hacerlo lo más parecido a tu competencia, ya que podría ser verdaderamente contraproducente. Define tu mensaje y trabaja con un diseñador profesional para crear un diseño que comunique tu visión y mensaje al 100%. ¿Tus competidores usan imágenes conservadoras, o son coloridos y usan fuentes en negritas? Pues piensa entonces cómo te quieres diferenciar de ellos, y haz que tu logo se destaque por todas las buenas razones.




2. ¿Es simple? 


Si lo que buscas es llamar la atención de posibles clientes, un logotipo que está saturado no va a llevarte a ningún lado. Algunos de los logos más efectivos e icónicos, han sido de lo más simples. Es importante tener una combinación balanceada de simple y llamativo: tu logo tiene que ser interesante, pero no tiene que ser un concepto demasiado elaborado que le lleve a tus clientes tener que estar mirando por mucho tiempo y analizando lo que significa. Estamos hablando de líneas limpias, sin muchos elementos distractorios que resten impacto al mensaje. 


3. ¿Cuenta tu historia? 


Sí, un logo es solo una imagen, pero también es la introducción a todo un concepto de marca. Un buen diseño de logo para un negocio nuevo ha sido descrito en muchas ocasiones como un excelente plus a la hora de realzar los productos y servicios. La meta es comunicar efectivamente lo que tienes que ofrecer, tus valores y lo que te diferencia de tus competidores en segundos. Un diseñador funciona más bien como un intérprete. Te ayudará en todo el proceso de convertir la historia de tu compañía en una historia visual. Decide lo que quieres que diga tu logo de tu negocio. ¿Necesita una personalidad única y original? ¿Es serio o casual? ¿Qué es lo que te hace diferente de tu competencia?

4. ¿Es versátil? 

En la era digital que vivimos actualmente, los logos aparecen en muchos dispositivos y materiales. Así que es importante que diseñes un logotipo que vaya más allá del papel. Un logo efectivo es reconocido fácilmente en segundos, tanto en color como en blanco y negro, y en cualquier tamaño. Un buen logo funciona desde un espectacular hasta tu avatar de twitter. Si tu logo depende de una buena impresión, tendrás graves problemas. Asegúrate de que tu logo pueda ser reproducido en blanco y negro para que también funcione en soportes de no tan buena calidad, como fotocopias o faxes. 



5. ¿Tu nombre es legible? 


Otra meta a alcanzar no solo es impactar con el logo, si no que tu nombre también se quede en la mente del consumidor. Eso puede suceder si pueden de hecho leerlo sin tener que forzar la vista. Paso número uno: prefiere siempre las tipografías que sean legibles a muchas distancias. Esto no significa que tenga que ser una fuente tipográfica aburrida. Tu selección de tipografía puede tener su propio estilo y ser fácilmente leída, prueba de ello son los logotipos que se basan únicamente en tipografía. Por ejemplo, los logos de Microsoft o Sony, usan diferentes efectos visuales que los hacen sobresalir entre los demás, a pesar de ser una tipografía sencilla. Y recuerda que si todo lo demás falla, puedes recurrir a tu buena amiga Helvetica, una tipografía simple que ha sido usada en muchas ocasiones por grandes marcas para su comunicación gráfica.


6. ¿Es tiempo de considerar un rediseño? 

Es de vital importancia ser paciente y no apresurarse a hacer cambios en tu diseño solo por que no has tenido el impacto inicial que esperabas. Usa tu logo en todo lo que puedas en tu negocio: tarjetas, papelería, hojas membretadas, brochures, flyers, anuncios, tu sitio web, y en cualquier otro lugar en que se mencione tu marca. Esto ayudará a construir tu imagen, fomentar tu visibilidad e idealmente- construir más clientes y negocios. No hay nada de malo si lo que tienes que considerar es un rediseño, quizá ya llevas mucho tiempo usando una imagen que no fue diseñada profesionalmente y eso ha minimizado tu impacto.


Recuerda que puedes solicitar tu presupuesto sin compromiso con nosotros. 



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