La mayoría de las veces pareciera que las mascotas olímpicas son creadas con fines de atraer el público infantil, sin embargo no es así. Son una gran herramienta de merchandising, y si algo entiende el comité olímpico es que mientras más ingresos se generen, se puede costear mejor un evento tan grande como son las Olimpiadas. Desde la introducción de la primera Mascota olímpica en 1972, nos hemos acostumbrado a ver personajes abrazables como embajadores de los juegos. Algunos quizá los recuerdan algunas mascotas con más cariño que otras, y algunas han pasado a la historia sin pena ni gloria. El siguiente es un recuento del diseño de éstos simpáticos personajes. ¿Qué opinan?
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