Lo cierto es que muchas personas ya ni si quiera cargan con sus tarjetas de presentación para repartir. Esto es un grave error, ya que las tarjetas no solo sirven para entregar a tus posibles clientes, si no que te ayudarán en el networking y relaciones públicas para dar a conocer tu negocio o iniciativa. Y si además tienes un buen diseño que se sale de lo normal, pues tendrás un mayor impacto en tu interlocutor. Ciencia aplicada. Los siguientes son tips que te ayudarán a que tu tarjeta sea lo más impactante posible:
1. No escatimes en la calidad del papel. En serio.
Y no solo te lo decimos como diseñadores. Piensa en tu tarjeta como una sonrisa que entregas. ¿Te gustaría que te dieran una con los dientes amarillos, chuecos o con mal aliento? Pues ese es el equivalente a entregar una tarjeta de mala calidad. Recuerda que solo tienes una oportunidad para causar una buena primera impresión, deja que tus tarjetas te ayuden en el proceso. Lo que necesitas es una tarjeta que refleje lo que tú y tu marca son, y si no quieres que te vean como un apretón de manos flojo, pues invierte un poco más en la calidad del material que usarás para comunicar tus ideales.
2. Tus tarjetas deben reforzar el concepto de tu marca
Una tarjeta de presentación debe tener todos los elementos del branding de tu marca. Esto es: logotipo, colores y fuentes que sean homogéneos a la imagen corporativa. Tu tarjeta debe ser consistente con el diseño de todos los demás materiales o productos que tengas, incluso con la imagen que presentas en tu sitio web. Además, asegúrate que tu logo tenga un lugar bien definido en tu tarjeta y que la impresión tenga buena calidad. Inconsistencia en tu imagen se traduce como una falta de seriedad en el mundo de los negocios.
3. Cubre los datos básicos
Recuerda siempre que la meta principal de tu tarjeta de presentación es que tus clientes potenciales puedan contactarte. ¿Y para ello qué necesitas? Tu información básica de contacto, que por experiencia te podemos decir que es: tu nombre, el nombre de la compañía (logo incluido), tu teléfono o celular y tu correo electrónico. Si el espacio lo permite, puedes incluir también una dirección física o redes sociales, pero recuerda que esto queda en segundo plano y mientras mayor información tenga tu tarjeta se verá más saturada y perderás la atención de tu cliente. No es necesario que pongas absolutamente todas las formas en que te pueden contactar, tu beeper, tu nextel, tu teléfono adicional de oficina, el de tu casa, tu segunda dirección postal, tu Myspace de hace 5 años o el blog que apenas y actualizas o logos de otras empresas con las que has trabajado. Recuerda, una tarjeta no es un portafolio o un folleto. Mantenla lo más limpia y clara posible.
4. Tiene que quedar claro lo que haces
Asegúrate que a las personas a las que entregues una tarjeta les quede claro en primera instancia qué es lo que haces. Si el nombre de tu negocio no tiene nada qué ver con tu giro o no comunica el ramo de tu empresa, asegúrate que haya una pequeña leyenda que hable del puesto que realizar allí. Por ejemplo en las mías pone 'Pixel Monster' en el logo, que por sí mismo no le dirá nada a mi cliente. Pero debajo hay una pequeña leyenda que dice 'Diseño gráfico y web'. Así mi cliente sabrá cuál es el giro de la empresa.
5. Imprime en el frente y el reverso
Cuando creas una tarjeta de presentación, siempre quieres asegurarte que usas todo el espacio a su máximo potencial, y para hacer esto, es recomendable que imprimas a ambos lados de la tarjeta. Muchas personas mantienen el reverso de la tarjeta en blanco, pero seamos honestos. Es un gran desperdicio de valioso espacio. Lo ideal es que el reverso de la tarjeta sea el más creativo, ya que lo puedes utilizar para poner información adicional como un código QR, una promoción, o incluso un gráfico que llame la atención y refuerce tu mensaje.
6. Revisa el texto y la ortografía y una vez que lo hagas, vuelve a checar.
Nunca de los nuncas repartas tarjetas que tienen una información desactualizada de contacto, como un teléfono que ya no tienes, o una dirección en la que ya no trabajas. TAMPOCO uses una pluma para rayar la dirección y escribir una nueva encima. Esto se ve mal, y también te hará quedar mal con tus clientes. Digo, a menos que tu empresa sea una de reciclaje y ese sea el punto que querías comunicar, trata de no hacerlo. Siempre que cambies de dirección y de datos, hay que cambiar de tarjetas. Y ahora para finalizar con este punto, recuerda revisar y volver a revisar la ortografía y el texto. Una vez que se imprima no lo podrás cambiar, y regresamos al inicio de este párrafo. Asegúrate que tu tarjeta sea el reflejo de lo que quieres comunicar aunque revises el diseño 5 veces. Tus clientes de lo agradecerán, y tú te verás más profesional.
¿Necesitas ayuda con tus tarjetas? Recuerda que puedes contactarnos para realizar tu presupuesto sin compromiso.
Fuente original: Medianovak, traducción y comentarios adicionales Pixel Monster Diseño
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